miércoles, 30 de marzo de 2011

Envidia

Se dice que la gente se pone verde de envidia.
Pero la envidia no es verde... y si lo es, es un verde tan oscuro, tan oscuro, que es casi negro... pardo.

Oscuro como tu corazón. No intentes destruir a esas personas a las que tienes envidia.
Eliminarlas no te va a hacer feliz, aunque tú creas que sí. Porque en lo más profundo de tu verde corazón sabes que hiciste mal, y que te juzgarán el Día del Juicio Final.

A los demás también les llegará su Juicio, pero lo más probable es que su veredicto sea favorable porque se limitaron a ser felices, sin hacer daño a nadie. Del tuyo tendrás tus dudas...
Tratar de destruir la felicidad de otro, sólo por que tú no eres feliz, es tan mezquino que no merece ni dibujo.

Pregúntate qué es lo que me hace feliz, y ten por seguro que tú, precisamente tú, no vas a poder acabar con ello.
Cual Ave Fénix, renaceré de mis cenizas, me volveré a poner en pie y caminaré donde tú ya no estés, pero ten por seguro que seguirás siendo espectador indirecto de mi felicidad.

Afortunadamente, siempre tendré cerca algo rojo, árbol o paraguas, que me protegerá del verde de la envidia, por algo son colores opuestos.

Mientras tu corazón rebose envidia no podrás ser feliz.

miércoles, 23 de marzo de 2011

30/92

Primer cuadrito: .........tic....... tic.............. tic................... Ayer
Segundo cuadrito: .........tic....... tic.............. tic...................Ayer
Tercer cuadrito: .........tic....... tic.............. tic...................Ayer
Cuarto cuadrito: .........tic....... tic.............. tic...................Ayer

[Aceptar]




-¡¡¡¡¡Dios mio!!!! Esto no sale!!!! Me has mandado un fichero de excel, y le falta una columna!!!! No puede ser!!! Ya estamos!!!! Pues a ver esto cómo se soluciona?!?!!?

Sí sí, el excel se come las columnas y los registros (de ayer) pero solo los pares, pues los impares son muy indigestos.
(Un día me dí un atracón de registros impares, y casi no lo cuento)

Sota, Caballo y REY - na

Ayer, Ayer, Ayer, Ayer

-" Errores de novicia", dicen las malas lenguas...
- "Pero si yo no he sido"
- "Pues eso... de novicia, de novicia".

Y si ya mi bola de cristal vaticina que tu solicitud no va a llegar a buen puerto... para qué vamos perder el tiempo en hacer nuestro trabajo. Prefiero subir y bajar escaleras.

Y el Silencio Administrativo hizo mutis por el foro (izquierdo, siempre).
Y es que, si hay que ir se va, pero ir pa na es tontería (y gasta saliva y suelas de los zapatos).

Disposición Adicional... "porque sí, y siempre se ha hecho así" (Sota, Caballo, y Rey) [insisto]

Manía de estudiar que tiene la gente...

*Gracias por la inspiración*

martes, 15 de marzo de 2011

Divide y Vencerás



Hace unas semanas debatía con un amigo acerca de si tus compañeros de trabajo pueden llegar a ser tus amigos.

Yo defendía el sí, porque a lo largo de mi carrera profesional he agregado a mi grupo de amigos (a los de verdad, a los de charlar y quedar para hacer cosas juntos, no a esos de las docenas que se te acumulan en el facebook y/o el tuenti) a alguna que otra persona que he conocido en el entorno laboral. (Tampoco son demasiados, e irónicamente la mayoría no está en mi facebook).

Pero lo realmente complicado es que se llegue a producir este fenómeno de compañeros y amigos, pues como me han hecho ver recientemente, a veces, los más incompetentes tratan de evitar que las personas más cualificadas se relacionen entre sí, ya que esto es altamente peligroso para ellos. Y es que, recapacitando y repasando el modo en que algunos de estos compañeros de trabajo se han llegado a convertir en amigos mios, me doy cuenta de que ha sido "a pesar de" estos ineptos, que sabedores de su incapacidad, tratan de evitar que haya buena relación entre las personas que pueden dejarles en evidencia.

Uno de los casos más flagrantes queda ya lejano en el tiempo, pero es que el incompetente de turno, trató de convencerme que mi hoy amiga y ex-compañera de trabajo era una psicópata bipolar que andaba mal de la cabeza... (ya ves tú, locuras a mi). Soy consciente de que a mi también me desacreditó ante ella, y ante otros muchos, sabedor de que yo tenía la capacidad de desenmascarar su incapacidad. De todos modos, la jugada no le salió mal del todo. Con ese jueguecito al despiste, evitó que la amistad fuese lo suficientemente consistente como para descubrir su torpeza en el tiempo que yo estuve en la empresa, y no fue hasta que yo dejé de trabajar allí, que pude contrastar con esta amiga que mis sospechas acerca de la ignorancia de este supuesto compañero tenían fundamento y absoluta consistencia.

Parece que fue Julio César el autor de la celebre frase que da título a esta entrada y qué razón tenía el hombre. Más que un santo.

Nada como que tus subordinados estén divididos y enfrentados entre ellos para que no se den cuenta de la ineptitud del que los capitanea. Y si los subordinados más distantes son los más inteligentes, mejor que mejor. Que como dice mi amiga más antigua (que no la más vieja): 

"El que sabe, sabe, y el que no, es jefe"

¿Será alguna indirecta?

lunes, 14 de marzo de 2011

Japón



Soberbia demostración de nuestro planeta Tierra de no quererse dejar dominar por la insignificante Humanidad y su alta tecnología.

Mis condolencias a todos los afectados.
Deseo que pronto se recuperen de este duro golpe.

sábado, 12 de marzo de 2011

En un pasillo de Metro de cuya estación no quiero acordarme...

Confieso que hace tiempo que no uso el transporte público.
Pero la verdad es que últimamente tengo la sensación de pasarme horas y horas en un pasillo del metro.

Quizá por lo inusual que resulta para mi el hecho de bajar al metro, y recorrer sus concurridos pasillos, cuando viajo en metro me voy fijando en todo. (Aunque puede que esto sólo sea debido a que soy una persona muy observadora).
Me fijo en los carteles de publicidad, en el aspecto de los demás viajeros, en los músicos de los rincones... por fijarme, me fijo hasta en el color de los paneles que cubren las paredes, los carteles informativos que ayudan a encontrar tu andén y hasta me hipnotizan los paneles luminosos que informan acerca de cuánto tiempo falta para que llegue el siguiente tren.

Supongo que para aquellos que hacen su viaje diariamente, siempre entre las mismas estaciones, con los mismos transbordos, y es posible que hasta con los mismos desconocidos compañeros de viaje, estos detalles les pasan inadvertidos. Van enfrascados en sus libros de bolsillo, escuchan su música favorita con sus auriculares (o sin ellos), o juegan con su móvil durante el trayecto.

Mi trayecto es bien distinto. Yo siempre tengo sitio, mi asiento es cómodo, de espaldas al cristal, como siempre. Lo paradójico es que mi vagón siempre esta quieto, y son los pasajeros los que se pasean ante mi. En todas direcciones, hablando diferentes idiomas, con diferentes acentos. Unos altos, otros bajos, unos más educados, otros más tímidos. Solos, acompañados, esperanzados, cabreados, satisfechos, entristecidos... (Vamos, calcadito al anuncio aquel de la coca-cola).

Y cada estado de ánimo que desfila ante mí, interrumpe mi concentración. Pero total, para lo que yo lo uso...
Ah, había olvidado comentarlo... es que yo... trabajo en el metro (de Madrid informa) [tic@]

(Y que el Consejero de Transportes de CAM me llame loca, pero creo haber tenido algún que otro metrobús entre mis manos).

viernes, 11 de marzo de 2011

11M



Esta mañana conducía hacia mi trabajo, cuando el locutor de la radio del coche lanzaba un pensamiento al aire, al recordar que hoy se cumplen 7 años del brutal atentado en los trenes de cercanías de Madrid.
"Seguro que todos podemos recordar qué estábamos haciendo en esos fatídicos momentos..."

Efectivamente yo lo recuerdo como si fuese ayer... Iba haciendo exactamente lo mismo que esta mañana: conduciendo hacia mi trabajo mientras escuchaba la radio. La diferencia es que hace 7 años iba con los ojos llenos de lágrimas ya que las noticias que radiaban, las cifras de muertos, lo familiares que eran para mí las estaciones en las que iban estallando trenes como si de una traca de las Fallas se tratase, todo eso me parecía tan brutal, tan inhumano, tan terrible que no podía creer que estuviese sucediendo de verdad, y me resultaba imposible contener las lágrimas.

No podía pensar en en otra cosa, salvo que esos mismos trenes me habían llevado y traído tantas veces a clase... que algunos de mis compañeros, vecinos y amigos los utilizaban a diario... Era inevitable, mi cabeza repasaba todos mis amigos y allegados que podrían estar en esos momentos en uno de esos trenes.
La lista se detuvo, sí, ella vivía a pocos metros del Pozo y usaba el tren para ir a trabajar a Nuevos Ministerios. Marqué su móvil, pero era inútil, las lineas estaban saturadas. Imposible contactar... Interminables se me hicieron los minutos que tardé en contactar con su novio, que me pudo explicar que acababa de hablar con ella y que afortunadamente la explosión la pilló aún en casa ...poniéndose el abrigo para salir...

Casi 200 personas no tuvieron tanta suerte como mi amiga.
Descansen en PAZ.

jueves, 10 de marzo de 2011

Destierro

Aún recuerdo vagamente de la lecciones de Historia que mis profesores trataron de imbuir en mi cerebro en mis años escolares.
Se hablaba en algunos episodios, de un infame castigo infligido a los traidores, que consistía en enviarles al espantoso "destierro".
Quizá algún desorden mental (la locura es lo que tiene) o bien algún leve brote disléxico, provocaban en mi cabeza la asociación entre destierro y desierto, con lo cual, para mí todos los personajes históricos condenados al destierro debían estar, según mi (i)lógica, en el desierto.
Casi me da un vuelco el corazón cuando me contaron que un señor (al que le debía doler siempre la tripa) y que había conquistado media Europa, fue desterrado nada más y nada menos que a una isla!! Y todo por perder una batalla.


Con los años, he aprendido que destierros hay muchos, y muy variados. Los motivos para ser desterrado también son de lo más variopintos. En ocasiones (veo muertos) ni siquiera hay motivos...

A vueltas con la giliética (que diría mi camarada Hades) nos encontramos con un inmenso poder sobre el regazo, que gracias a los momentos de lucidez, no utilizamos con fines de lucro en exclusiva, permitiendo que la mezquindad obtenga indignos trofeos que lucir en su chimenea de fuego bajo.


lunes, 7 de marzo de 2011

Pues yo iba andando al colegio

Sí, sí de verdad, yo iba andando al cole. Y he sobrevivido. Y eso que había que cruzar carreteras, y la mayoría sin regular por semáforos ni nada...

Por eso, alucino por las mañanas cuando voy camino del trabajo y paso por la puerta de los colegios.

Me parece bien, que si al progenitor del infante que acude a las clases le viene de paso, lo acerque en su coche a la puerta del colegio, pero... ¿es necesario dejarlo en la misma, mismísima puerta? (y eso que algunos ya son talluditos, que la cabeza sobrepasa el techo del coche).
Es decir... Si los coches que traen a los niños están montando un tapón de impresión en la puerta del cole, y el coche de delante se ha parado para que baje algún niño, ¿es necesario esperar a que el niño salga, coja su cartera, y cierre la puerta, para a continuación avanzar los 4 metros que ocupaba dicho coche y que el niño propio repita la operación de bajar, coger la cartera y cerrar la puerta? Si ves que del coche de delante está bajando un niño, ¿es tan descabellado decir a tu niño que se baje a la vez que el otro? ¿Se puede perder del coche a la puerta del cole si le separan 4 metros más?

Señores diseñadores de Colegios, por favor, de ahora en adelante, nada de colegios con puertas a pie de calles de paso. Pongan la puerta en calles sin salida, eso sí, bien anchas para que los padres puedan volver sin tener que hacer maniobras.

O mejor aún, hagan las entradas a los colegios como las de las mansiones, con media rotonda delante para que los papás y mamás puedan esperar su turno de dejar al niño en la mismísima puerta sin estorbar al resto de conductores que solo pretenden llegar puntuales a sus respectivos lugares de trabajo.



Es más, se me ocurre que hagan la entrada al estilo de dársenas de autobús, de las que están en paralelo, y que así los padres y madres de niños de menos edad los puedan dejar más cerca de la puerta del colegio, y los niños mayores se bajen en los pasos mas lejanos...

¿taré loca?