Nunca pensé que leer las noticias sobre economía pudiera ser tan divertido.
Sí, el otro día me dio por echar un vistazo a las páginas salmón del suplemento dominical, y me encontré un pequeño reportaje sobre las prácticas que han llevado a Grecia al estado de quiebra económica en el que se encuentra actualmente.
Tras leer cosas como que en algunos hospitales públicos tienen a 45 jardineros en nómina para cuidar las 4 macetas de la puerta, o que algunos departamentos públicos tienen a 50 conductores para un sólo coche, me preguntaba si lo que estaba leyendo era la sección de economía o una nueva colección de chistes sobre Lepe.
Y es que allí, lo de ser funcionario/a es el chollo europeo... A parte de tener sueldos superiores a los de los empleados de las empresas privadas, tienen bonos extraordinarios por cosas como llegar puntuales a trabajar, o ir bien vestidos. Eso sin contar con que sus hijas solteras tienen un sueldo vitalicio de 1.000 euros al mes.
Aquello ya me empezó a parecer el guión de un nuevo capítulo "Aquí no hay quien viva", cuando leo que tienen un organismo público para gestionar un lago que se secó en 1930. O que los peluqueros se pueden jubilar a los 50 años por desarrollar una profesión de alta peligrosidad, al igual que los trompetistas y los flautistas...
Pero lo que ya me hizo reírme a carcajadas, es su plan para luchar contra el fraude fiscal, que para mi que lo han basado en algún cómic de Mortadelo y Filemón. El gobierno griego ha ideado el "económico" plan de sobrevolar Atenas con helicópteros en busca de piscinas que pertenezcan a "pobres" ciudadanos que no ganan suficiente dinero... que serán pobres, pero no tontos, pues para evitar ser detectados las cubren con redes de camuflaje.
Y aún así, si te pillan la piscina climatizada, siempre puedes hacer un fakelaki, que no es ninguna perversión sexual, sino la palabra griega que utilizan para denominar los sobornos que dan a los funcionarios para que estos hagan la vista gorda con las irregularidades detectadas, o para conseguir mejor trato en los servicios públicos.
Y nos quejamos de cómo funcionan los funcionarios en España...
