martes, 11 de octubre de 2011

Tal Cual

Probablemente, Tal Cual ha llegado, Tal Cual se marchará... Pero sólo quizá.
La probabilidad parece alta, pero no nos podemos alimentar de probabilidades.
Tal Cual yo lo veo, la decisión está tomada... aunque sea la decisión de una marioneta en manos de las circunstancias.



Las marionetas que se transforman en carne y hueso siempre estarán en deuda con los que las salvaron de su inerte vida de madera. En deuda con esas circunstancias que habrán impuesto convenios y reglas para fiscalizar el éxito.

Los clavos ardiendo al final queman, es su naturaleza...
Si no quemasen, sólo serían clavos.

Las piedras están ahí para tropezar en ellas... y parece que la ocasión requiere el tropiezo.
Haremos rodar la piedra un poco para suavizar sus afiladas aristas y amortiguar el golpe.
Si duele la caída (libre y hacia el abismo), que al menos no haga cortes de los que brote la sangre.

Los convenios necesitan revisión, y las reglas hay que romperlas.

El futuro es un misterio y sigue dando miedo.

sábado, 8 de octubre de 2011

Piensa mal y.. utiliza el comodín de la llamada

Riiing, riiiiing.
- ¿Sí? Dígame. (Que digo yo, que para qué pregunto, si estoy viendo el número en el display…)
- Soy yoOooO, ¿te vienes esta tarde?
- ¿A dónde? (Miedo me da. Ese tono cantarín me resulta muuuuy sospechoso).
- A Suecia
- ¿A Suecia?  (Si a mí no se me ha perdido nada allí…)
- Jo, si ya te lo dije, que hay un concierto de “Mindundi”.
- Ah sí, pero ya te dije yo también que “Mindundi” a mí no me gusta. (Si estuvo cantando en frente de mi ventana, y ni me asomé).
- Pero como es fin de semana, podríamos ir…
 - ¿A Suecia? (“Amos” no j*d#s) ¿No ibas a ir con Maripili-la-rubia? (Que cuando te parece, ni te acuerdas de que habías quedado conmigo).
- Ya, pero es que a Maripili-la-rubia se le ha estropeado el jet privado y no puede ir.

Acabaramos !!! Ahora ya me encaja todo… tú no necesitas a alguien a quien le guste “Mindundi”, tú lo que buscas es un piloto de avión con jet privado propio para que te traiga.


Aunque claro, igual tanto pensar mal, pues nos estamos cargando de un plumazo la presunción de inocencia…
Pediré el comodín del público, que el de la llamada ya lo han gastado por mí.