martes, 12 de noviembre de 2013

¡Fresca!

Que sí, que sí... que lo admito:

Soy una fresca.



Pero no penséis que es porque vaya aceptando invitaciones al Zouk o cosas parecidas... no, no, para nada, qué va, qué va...
¿Por quién me habéis tomado?

Soy una fresca porque, a pesar de la alturas del calendario en las que nos encontramos, yo sigo utilizando manga corta.

Sigo sin entender a esas personas que se visten en función de la fecha del calendario y no de la previsión meteorológica. O que aunque en la oficina estemos a 28 grados, insisten en poner el climatizador en modo invierno porque estamos en Noviembre... y que encima si les preguntas si puedes apagarlo, te dicen que no, que hace frío... ¿Dónde? ¿En Siberia? Pues probablemente... pero aquí estamos a un paso de la ebullición... En la calle, a medio día, los termómetros marcan 21 grados (centígrados, sí, de los que usamos en España).

Que luego, esas mismas personas son las que en verano te ponen el aire acondicionado en modo cubito de hielo, y te obligan a usar una rebequetita en agosto... supongo que entonces me convertiré en una... ¿calienta? (Fresco -> Fresca / Caliente -> Calienta, o como hubiera dicho la del "relaxing café con leche"  Jóvenes y Jóvenas).
Eso sí.... siempre, siempre, con el permiso y el beneplácito de su "Serenísima Majestad", claro está.

Así que en lo que llega el frío que deberíamos tener a estas alturas, seguiré de fresca, y que me quiten lo "bailao".