lunes, 14 de mayo de 2012

Principio de Hanlon

"Nunca atribuyas a la maldad
lo que puede ser explicado por la estupidez"

Principio que se puede aplicar a sucesos para-anormales que esconden cacahuetes amarillos en las celebraciones navideñas.


Malos espíritus que recorren aquellos antiguos calabozos...
Pero no van sobrevolando las cabezas de los actuales inquilinos, ni atraviesan las puertas cerradas... las abren para pasar.
No son etéros y vuelan libres... los encierra un cuerpo que se cubre con piel de mutón.

Artimañas en extremo estúpidas para tratar de denostar el buen hacer de los demás.
Tengo la convicción de que ese trocito de plástico ha corrido la misma suerte que aquel cacahuete amarillo.
Que alguien pueda pensar que medio centímetro cuadrado de plástico semitransparente iba desacreditar años de buen hacer, me hace intuir que la estupidez pueda ser directamente proporcional a la edad...

Esconder con rabia cartas de amor sin destinatario y desenroscar las bombillas, no va a evitar que las personas brillantes sigan iluminando la estancia.

El infierno personal comienza siendo 2 días por semana...