domingo, 9 de noviembre de 2014

lunes, 9 de diciembre de 2013

Se vende... humo

Dicen que todo tiene un precio... que todo se compra y se vende,  y hasta que todos tenemos un precio...

Pero...
¿Cuánto costará el humo?
¿Se vende al peso?
¿Por litros?
¿Por metros cúbicos?
Y...
¿Se podrá envasar al vacío para que no pierda su esencia?
¿Harán la publicidad por facebook? ¿por tuenti? ¿por twitter? ¿en radio? ¿en prensa? ¿en televisión? ¿o es sólo subliminal?

Hay ocasiones en las que creo que debo haber comprado humo a cántaros, pero no sé donde lo tengo... quizá junto a una buena parte de la dignidad perdida, allí, dentro de ese armario imposible de ordenar...

Según la teoría, hasta la dignidad debe tener su precio, aunque es fácil ir perdiéndola por ahí, en los sitios más insospechados y lo peor de todo: en algunas ocasiones sabemos que la vamos a perder antes de extraviarla.
Pero no hay que preocuparse... dicen por ahí que en "los chinos" la tienen en oferta.
Pero...
¿Y cuánto cuesta?
¿Se vende al peso?
¿Por litros?
¿Por tiempo?
¿Tendrá permanencia?
Espero que se pueda envasar al vacío, pues tendré que llevarla a montones la próxima vez que me vaya de corresponsal de guerra mentirosa. Que ya sé que no debo ir y me resisto... pero acabaré yendo... al tiempo...

Y ya se sabe, hay cosas que no tienen precio... Para todo lo demás...

martes, 12 de noviembre de 2013

¡Fresca!

Que sí, que sí... que lo admito:

Soy una fresca.



Pero no penséis que es porque vaya aceptando invitaciones al Zouk o cosas parecidas... no, no, para nada, qué va, qué va...
¿Por quién me habéis tomado?

Soy una fresca porque, a pesar de la alturas del calendario en las que nos encontramos, yo sigo utilizando manga corta.

Sigo sin entender a esas personas que se visten en función de la fecha del calendario y no de la previsión meteorológica. O que aunque en la oficina estemos a 28 grados, insisten en poner el climatizador en modo invierno porque estamos en Noviembre... y que encima si les preguntas si puedes apagarlo, te dicen que no, que hace frío... ¿Dónde? ¿En Siberia? Pues probablemente... pero aquí estamos a un paso de la ebullición... En la calle, a medio día, los termómetros marcan 21 grados (centígrados, sí, de los que usamos en España).

Que luego, esas mismas personas son las que en verano te ponen el aire acondicionado en modo cubito de hielo, y te obligan a usar una rebequetita en agosto... supongo que entonces me convertiré en una... ¿calienta? (Fresco -> Fresca / Caliente -> Calienta, o como hubiera dicho la del "relaxing café con leche"  Jóvenes y Jóvenas).
Eso sí.... siempre, siempre, con el permiso y el beneplácito de su "Serenísima Majestad", claro está.

Así que en lo que llega el frío que deberíamos tener a estas alturas, seguiré de fresca, y que me quiten lo "bailao".

martes, 23 de abril de 2013

Mercenario ocupacional


¡Cómo está el mercado laboral oiga!

Nos esclavizan bajo el yugo de la hipoteca, a golpes con el látigo del paro. Y si no te gusta, ahí está la puerta:
- ¿La puerta?
- Sí, la puerta hacia la libertad. 
- ¿Libertad? Pero si ahí fuera hay una cruenta guerra dónde gente de bien, con estudios, experiencia, masters, idiomas y no sé cuántas cosas más buscan empleo desesperadamente, sin éxito.

De lo que sea… Donde sea… Las horas que sean... y así nos va.
Te vendes por 3 pesetas. (Sí, pesetas, eso que había antes de los euros). Y haces lo que te manden…

- Srta. García, me traiga un café.
- Oiga, que soy la directora comercial,  no su asistenta.
- Pues “usté” verá. O directora-asistenta, o la próxima que pide la vez en la cola del paro. Por cierto, comunique a sus compañer@s que tienen formación al final de la semana.
- Qué bien. ¿Nos van a enseñar a utilizar la última versión del Monstruosoft?
- Que va. Será “auto-didáctico”.
- ¿Auto qué?
- Sí, que tienen que documentar y exponer para el resto de sus compañeros en qué consisten sus tareas habituales, (y a ver si por fin así me entero yo también...) porque como nadie es imprescindible y nunca se sabe si hay algún ERE a la vuelta de la esquina...
- Bueno avisaré para el viernes.
- ¿Viernes?  No, no, sábado.
- Pero si en nuestro convenio dice que se trabaja de lunes a viernes.
- Ya… ¿Y?
- Bueno… al menos nos pagarán las horas extra, ¿no?
- ¡Sí hombre! y el transporte privado hasta este polígono en medio de ningún lado y sin transporte público. La asistencia es obligatoria y sin remunerar, ¿qué se ha pensado?
- ¿Y si no puedo venir?
- Pues ya no se moleste en volver el lunes


Puede parecer exagerado, pero esto de la crisis ya está sirviendo de excusa para demasiadas cosas.
Y claro, uno aguanta el racaneo, la hipocresía, el cinismo y las amenazas hasta que encuentra cualquier otra cosa, donde te paguen media peseta más al año, y allá que te vas... en plan mercenario... a la aventura de lo desconocido... allí donde más te paguen, ignorando el consabido refrán aquel que dice "más vale lo malo conocido..."


Y es que el ambiente laboral está enrarecido, desinflado, los empleados desilusionados... como dice un compañero de larga experiencia:
"Mi compromiso con la empresa es directamente proporcional al de la empresa conmigo. Si mi sueldo significa un 0,00001% de sus ganancias, yo me implico un 0,01%"

Así que yo creo que mientras nos sigan viendo como ganado al que pastorear para sacar mucho y dar poco, esto no remonta...
Tenga a su emplead@ content@, y trabajará content@.
Y si trabaja contento seguro que trabajará mejor y puede que hasta más horas sin pedir nada a cambio.

Y mientras tanto a ver si con un poco de suerte contradecimos el refrán... "que por conocer"

viernes, 8 de marzo de 2013

En paralelo

No sé cómo tomarme eso de que te sorprendas por que te conozca tanto... y tan de lejos...
No sé si sorprenderme por conocerte tanto... y tan de lejos...

A kilómetros de vecindad he sentido tu distancia, tu distracción, tu desapego.
A centímetros de distancia no he notado tu atracción, tu devoción, tus ilusiones.

La primera vez erré en la pregunta... Así, tú no tuviste que mentir en la respuesta.
Me hubieses mentido por miedo a que me doliese... Me hubiese dolido que me mintieses...


Por fin he hecho la pregunta correcta, pero tu corazón ya estaba inundado de rabia y tus ojos azules estaban más tristes que nunca.
Creo que nunca te he visto tan ilusionado y abatido a la vez...

¡Deja el salero quieto ya!
¡Deja ya quieto el salero!
Sé que decir las cosas es muy sencillo.
Sé que hacer las cosas es muy complicado.

Has vuelto a elegir el camino largo, el más difícil, el más cuesta arriba...
Yo tomé el camino corto... el más fácil, el de pendiente suave...
Espero que lo recorras pronto, aunque en el fondo me das una envidia terrible, porque a mi también me gustaría echar mano del salero cada día, y es que no nos engañemos... elegir mi camino es mucho más duro al principio... pero llegaré antes al final... (espero)

Ah! y recuerda que las penas flotan, saben nadar.
No hay alcohol que las ahogue.

Pero gracias por haber elegido el camino largo conmigo tantas veces.