domingo, 13 de febrero de 2011

Egipto

Egipto fue el destino de uno de mis primeros grandes viajes fuera de las fronteras españolas.
Me encontré un país intrigante. Recuerdo las voces que llamaban a la oración desde las mezquitas como un sonido sobrecogedor, que me producía cierto temor.

Sus gentes eran amables con los turistas y se podía respirar la sensación de seguridad en cada farola, ya que casi en cada una de ellas era habitual ver apostado un policía armado. La verdad es que yo me encontraba más segura en las calles del Mercado Khan el Khalili a las 2 de la madrugada, que en la Gran Vía de Madrid un sábado a las 5 de la tarde.

Este país guarda un tesoro impresionante: Las pirámides, los templos egipcios... Construcciones imposibles para la época en la que se construyeron y que alimentan ese misterio que rodea la cultura egipcia ancestral, representada aún hoy en sus crípticos jeroglíficos grabados en la roca para conseguir la durabilidad eterna.

Estos días me vuelve a la memoria aquella corta semana pasada allí, al ver cada día en las noticias la plaza que había junto a mi hotel.

Deseo que tengan mucha suerte en el difícil viaje que este pueblo inicia en estos días, y que una vez llegado a su destino, siga siendo posible que el mundo pueda disfrutar de las grandes joyas que descansan, ahora desiertas, a lo largo de las orillas del Nilo.


5 comentarios:

  1. Todos los caminos son tortuosos. Todos parecer azarosos cuando todos están apresados en los mapas.
    A mayor gloria de tu nombre, señor.... de templos va la cosa. Estamos místicas eh?

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  2. No, no. Mística no... Más bien creativa... Es que me apetecía colgar algunas fotos, que a mi forma de ver me quedaron muy bien...

    Modestooooo! Baja, que subo yo ;)

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  3. Ya me extrañaba a mi... una informática mística... ¿Qué sería lo siguiente, un jefe listo?.

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  4. Jefes listos... Informáticos místicos... café descafeinado... y otras paradojas espaciotemporales variadas.

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