domingo, 10 de abril de 2011

Flamenquines Canadienses

Los flamenquines canadienses no son señores bajitos de Canadá vestidos de flamenco.



Los flamenquines canadienses son de encargo y por lo visto se compran on-line.
Suscitan muchas dudas entre los que oyen de su existencia, pues nadie nos sabe explicar con certeza si se colocan cual injerto hortofrutícula, si llevarán bisagras, o si irán a rosca...
Su mecanismo solo nos lo puede explicar aquel que antes fue aquella y aquella que ahora es aquel.

Más incertidumbre sobre su naturaleza:
¿Siente?
¿Padece?
¿Se levanta a su hora o le tienen que ayudar?
¿Lleva pilas o funciona con luz solar?
(Esperemos que no necesite plutonio)
¿Cómo son los anclajes?
¿Y para dormir? ¿En un vaso como las dentaduras postizas, o viene con estuche forrado en seda negra?
Y si es en vaso... ¿de tubo o vaso ancho?

El invento aun no está en las tiendas, y viene de Canadá... fijo que habla francés, aunque seguimos sin saber si lo entenderá... Bueno, entiendo que entender, entiende...

Se rumorea que pronto lo veremos en las ferreterías más distinguidas de la Capital.
He oído que alguna incluso podría hacer demostraciones en vivo del resultado y creo que ya han encargado en la imprenta los flyers para publicitar el evento.

Se auguran largas colas en la puerta (dentro también).

Tengo que concertar urgentemente una entrevista con el cirujano que concede las franquicias, porque fijo que aquí hay negocio.

3 comentarios:

  1. Así me gusta!! Fe ciega e incondional hasta el infinito y más allá.

    ResponderEliminar
  2. Como para no... para un emperador que me encuentro vestido (y de etiqueta además....). Toy en casa llámame.

    ResponderEliminar

Enajénate conmigo