domingo, 11 de noviembre de 2012

Click!

Por fin, hace justo dos semanas apareció.
Apareció la pieza del puzzle que faltaba.
La que que hizo click!
La que impedía seguir poniendo otras piezas para seguir completándolo.
La pieza que permite encajar tantas y tantas piezas amontonadas a uno y otro lado del tablero y que no encontraban su lugar.
Incluso permitirá colocar las piezas que habían caído bajo la mesa. Esas piezas ocultas que quieren ser encontradas, y colocadas en su lugar correcto del tablero.

Es una pieza compleja, con varios puntos de anclaje, pero era
la pieza que faltaba.

Ahora ya se puede seguir completando el puzzle, sin prisa, pero sin pausa.
Esta pieza no completa el puzzle, sólo permite que se pueda seguir construyendo.
No se sabe cuantas piezas faltan, ni hay necesidad de ello.
Hay que colocar cada pieza como si fuese la última, pero confiando en que aún queda un número infinito de ellas por colocar.
No hay prisa por terminarlo. Ninguna prisa...
Pues el día que se coloque la última pieza, será un día triste en el que todo habrá terminado...

¿O el principio de un nuevo puzzle?

3 comentarios:

  1. Y si la pieza no existe, nos la inventamos. Si la pieza se pierde, levantaremos una a una las piedras del universo hasta dar con ella. Si la pieza tiene aristas afiladas, la limamos. Si quema, esperaremos a que se enfríe y si es yerma y fría, la guardaremos en nuestro pecho, junto al resto de las causas perdidas hasta que se vuelva fieltro. ¿Será por opciones?

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    Respuestas
    1. Opciones había... y algunos trocitos del puzzle se iban completando "de a pocos" pero esta pieza era muy, muy importante.

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