viernes, 11 de marzo de 2011

11M



Esta mañana conducía hacia mi trabajo, cuando el locutor de la radio del coche lanzaba un pensamiento al aire, al recordar que hoy se cumplen 7 años del brutal atentado en los trenes de cercanías de Madrid.
"Seguro que todos podemos recordar qué estábamos haciendo en esos fatídicos momentos..."

Efectivamente yo lo recuerdo como si fuese ayer... Iba haciendo exactamente lo mismo que esta mañana: conduciendo hacia mi trabajo mientras escuchaba la radio. La diferencia es que hace 7 años iba con los ojos llenos de lágrimas ya que las noticias que radiaban, las cifras de muertos, lo familiares que eran para mí las estaciones en las que iban estallando trenes como si de una traca de las Fallas se tratase, todo eso me parecía tan brutal, tan inhumano, tan terrible que no podía creer que estuviese sucediendo de verdad, y me resultaba imposible contener las lágrimas.

No podía pensar en en otra cosa, salvo que esos mismos trenes me habían llevado y traído tantas veces a clase... que algunos de mis compañeros, vecinos y amigos los utilizaban a diario... Era inevitable, mi cabeza repasaba todos mis amigos y allegados que podrían estar en esos momentos en uno de esos trenes.
La lista se detuvo, sí, ella vivía a pocos metros del Pozo y usaba el tren para ir a trabajar a Nuevos Ministerios. Marqué su móvil, pero era inútil, las lineas estaban saturadas. Imposible contactar... Interminables se me hicieron los minutos que tardé en contactar con su novio, que me pudo explicar que acababa de hablar con ella y que afortunadamente la explosión la pilló aún en casa ...poniéndose el abrigo para salir...

Casi 200 personas no tuvieron tanta suerte como mi amiga.
Descansen en PAZ.

1 comentario:

Enajénate conmigo