martes, 15 de marzo de 2011

Divide y Vencerás



Hace unas semanas debatía con un amigo acerca de si tus compañeros de trabajo pueden llegar a ser tus amigos.

Yo defendía el sí, porque a lo largo de mi carrera profesional he agregado a mi grupo de amigos (a los de verdad, a los de charlar y quedar para hacer cosas juntos, no a esos de las docenas que se te acumulan en el facebook y/o el tuenti) a alguna que otra persona que he conocido en el entorno laboral. (Tampoco son demasiados, e irónicamente la mayoría no está en mi facebook).

Pero lo realmente complicado es que se llegue a producir este fenómeno de compañeros y amigos, pues como me han hecho ver recientemente, a veces, los más incompetentes tratan de evitar que las personas más cualificadas se relacionen entre sí, ya que esto es altamente peligroso para ellos. Y es que, recapacitando y repasando el modo en que algunos de estos compañeros de trabajo se han llegado a convertir en amigos mios, me doy cuenta de que ha sido "a pesar de" estos ineptos, que sabedores de su incapacidad, tratan de evitar que haya buena relación entre las personas que pueden dejarles en evidencia.

Uno de los casos más flagrantes queda ya lejano en el tiempo, pero es que el incompetente de turno, trató de convencerme que mi hoy amiga y ex-compañera de trabajo era una psicópata bipolar que andaba mal de la cabeza... (ya ves tú, locuras a mi). Soy consciente de que a mi también me desacreditó ante ella, y ante otros muchos, sabedor de que yo tenía la capacidad de desenmascarar su incapacidad. De todos modos, la jugada no le salió mal del todo. Con ese jueguecito al despiste, evitó que la amistad fuese lo suficientemente consistente como para descubrir su torpeza en el tiempo que yo estuve en la empresa, y no fue hasta que yo dejé de trabajar allí, que pude contrastar con esta amiga que mis sospechas acerca de la ignorancia de este supuesto compañero tenían fundamento y absoluta consistencia.

Parece que fue Julio César el autor de la celebre frase que da título a esta entrada y qué razón tenía el hombre. Más que un santo.

Nada como que tus subordinados estén divididos y enfrentados entre ellos para que no se den cuenta de la ineptitud del que los capitanea. Y si los subordinados más distantes son los más inteligentes, mejor que mejor. Que como dice mi amiga más antigua (que no la más vieja): 

"El que sabe, sabe, y el que no, es jefe"

¿Será alguna indirecta?

7 comentarios:

  1. Uy... si vas a realizar un estudio cuasi-experimental y necesitas población diana, me das un toque, que conozco yo de estos unos pocos tirando a muchos. Por lo que veo, no es un fenómeno único en mi empresa, parece ser de naturaleza universal.
    Yo también tengo compañeras brillantes.. que digo brillantes, de cegadora luminiscencia, que viven en cajitas de ikea que algunos llaman despachos y que sólo son recordadas cuando hay que recaudar dinero para alguna corona de muerto o para algún regalo de... bueno, es una historia muy larga.
    Me gustan las personas brillantes que a su vez, son invisibles.

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  2. Por cierto.. me encantan las ilustraciones de tus entradas. Tienen un algo original que yo admiro y envidio.

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  3. Personas brillantes que a la vez son invisibles... Eso se parece a la modestia.
    Lo que no he terminado de decidir nunca es si la modestia es una virtud o un defecto...

    Gracias por lo de las ilustraciones... Algunas son sólo semioriginales, experimentos gráficos más bien...
    Esta sin ir más lejos son 3 hexagonos en powerpoint, tres letritas en cuadros de texto, y unos efectos 3D (que es la moda).

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  4. Pero........ tienen que ser falsos!!!.

    Esta es la respuesta ante el brillo real y verdadero de las cosas.

    Y quién soy yo para decir que son de VERDAD, que no brillan por momentos como las joyas del todo a 1€.

    Pero.......bien!, cuanto menos gente se entere de que no son FALSOS, a más tocamos. Y a mí me gustan las piedras preciosas, por eso intento distinguirlas de las falsas.

    Vivan los brillantes!!!,
    Vivan los desayunos!!!, y
    Que vivan los desayunos con diamantes!!!, en la 5ª Avenue (si es posible)

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  5. Seguramente no la conocerás, porque es una teoría reciente que está en fase de comprobación. Se le atribuye a una experta en distinguir los martes de los miércoles y a su colega, una filósofa sueca de raices vascas conocida también por otros estudios sobre tracción de vehículos y conducción en situaciones de riesgo: pues bien, es La teoría del Jumper y dice que los diamantes en cuestión no son falsos, pero se toman gran trabajo en parecerlo. ¿Cómo lo consiguen?. Superando lo que cualquiera supondría que resulta creible como original y verdadero.

    Por cierto ¿Alquien sabe si tiene pensado Dios poner nieve el viernes?

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  6. Cuando tengas los resultados de esa teoría del Jumper, favor de publicarlo.

    El parte da sol para el viernes

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  7. Una vez contrastados empíricamente, se los venderé a la Universidad que más pague....

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